Reserva clases de cocina en Roma

Di la dolce vita y prepara tiramisú con capas de bizcochos de soletilla empapados en café espresso y mascarpone sedoso. Es práctico, deliciosamente desordenado y termina con un bocado celestial de tu propio clásico italiano casero.

Hazla a la romana: Amasa la base y elige entre una variedad de ingredientes frescos para tu pizza, como champiñones, tomates frescos y mucho más. Observa cómo tu creación cruje y crepita en el horno, antes de salir, dorada y lista para comer. ¡Mamá mía!

¿No quieres colgar el delantal una vez emplatado el último plato? ¡Te sentimos! Hay orgullo en cada bocado, alegría en cada brindis y una sensación compartida de logro que convierte a los desconocidos en compañeros mientras degustas tu comida artesanal. Disfruta de una copa de vino o limoncello gratuita. ¿Quieres un refresco? Eso también está disponible.

No hay mucha diferencia entre fabricar Magia o fabricar tiramisú. Galletas empapadas de café, nubes cremosas de mascarpone, una espolvoreada de cacao amargo, todo ello colocado en capas en cuencos de cerámica rústica y refrigerado... no es sólo un postre, es un recuerdo lleno de sabor, cultura y alegría.

Amasa la masa blanda, pásale un rodillo fino y luego unta un remolino de rica salsa de tomate. Añade mozzarella cremosa, setas terrosas, aceitunas... y observa cómo estallan los colores como una bandera italiana. Dentro y fuera del horno de leña: saborea los bordes crujientes y el queso que se derrite en la boca.

Cambia tu papel de chef por el de participante y siéntate a saborear los frutos de tu trabajo. Entre bocado y bocado de tu deliciosa pizza o una cucharada de decadente tiramisú, choca tu copa en alegres brindis. Aquí, las bebidas fluyen tan libremente como las risas. Tanto si bebes burbujas como refrescos, las infinitas recargas mantienen el ánimo alto.

Saluda a tu guía, conoce a tu compañero e infórmate sobre los aspectos básicos de tu clase de cocina: ¡aquí tienes la oportunidad de aclarar tus dudas, si las hay!

¡Preparar un clásico Spritz italiano es tan divertido como tomarlo! Sólo tienes que añadir hielo, 3 partes de Prosecco, 2 partes de Aperol, un chorrito de soda y remover. Adorna con una rodaja de naranja y ¡bum!, ¡estás viviendo la dolce vita en un vaso!

Maltagliati significa "mal cortado", pero no dejes que el nombre te engañe: ¡esta pasta es pura alegría! Extenderás masa fresca y la cortarás en formas rústicas y desiguales (¡sin reglas!). Luego, mezcla la pasta con un vibrante pesto de albahaca fresco, piñones, ajo, queso parmesano y un chorrito de aceite de oliva. 

Harás a mano fettuccine -cintas suaves y doradas de pasta perfecta- y luego prepararás un picante Sugo al Pomodoro con tomates dulces, ajo, aceite de oliva y albahaca fresca. Es atrevido, es rústico, es el alma de Roma en un cuenco.

Por fin, el momento que estabas esperando: ¡comer tu propia comida hecha a mano! Te reúnes alrededor de la mesa con nuevos amigos, con harina en las manos y orgullo en el corazón. Hay copas que chocan, historias compartidas y esa cálida sensación de logro.

Para terminar con una nota alta (y muy italiana), beberás el suave y frío limoncello - sabroso, dulce y directamente del sol de Amalfi. ¿Se acabó el alcohol para ti? En su lugar, toma un espresso: fuerte, atrevido y el pequeño estimulante perfecto.

Y ahora, el gran final: el tiramisú. Cremoso, de ensueño y espolvoreado con cacao, este emblemático postre italiano contiene capas de bizcochos de soletilla empapados en café espresso y mascarpone aterciopelado, que se funden en cada bocado. Es el final perfecto para tu aventura culinaria romana.

Empieza conociendo a tu simpático guía, que te explicará lo que hay en el menú. Entérate de los ingredientes frescos y aprende a preparar una comida digna del beso de un chef.

Agita (¡o revuelve!) las cosas con una divertida demostración de Spritz dirigida por tu guía local. Mira cómo se mezclan el Prosecco, el Aperol y la soda en las proporciones adecuadas y se adornan. ¡Es efervescente, sabroso y pura magia de aperitivo romano!

Empieza con el clásico Aperol Spritz: Prosecco, Aperol, soda y una rodaja de naranja. Luego, cámbialo con el refrescante Hugo Spritz, que mezcla sirope de flor de saúco, Prosecco, soda, menta y lima. Por último, saborea el dulce sol del sur de Italia con un trago bien frío de Limoncello. 

¡Prepárate para preparar dos de los platos de pasta más apreciados de Roma: carbonara y cacio e pepe! Para la carbonara, mezclarás guanciale crujiente (carne de cerdo curada) con huevos y queso. El cacio e pepe es atrevido y sencillo, con mucho pecorino (un tipo de queso) y pimienta negra molida. ¡Es divertido, sabroso y pura comodidad romana en un plato!

Saborea los frutos de tu trabajo hurgando en tu pasta caliente. Di salut y choca las copas con tus compañeros. ¡Celebra la comida comunitaria al más puro estilo romano!

Di "Buon Giorno" a tu guía cocinero local y saluda a tu cohorte antes de comenzar esta emocionante clase magistral llena de sabrosos manjares, una visita al mercado y una experiencia culinaria práctica.

Enclavado en el corazón del Trastevere, este mercado de barrio bulle con la charla local, los productos frescos y los ricos aromas de hierbas, quesos y embutidos. Morderás el crujiente y pegajoso supplì, la adorada bola de arroz romana, y saborearás la porchetta, sazonada a la perfección. 

Extenderás pasta fresca, la rellenarás con ricotta cremosa y doblarás cada bolsillo con cuidado. Mientras se cuecen los raviolis, prepararás una salsa clásica: mantequilla suavemente infusionada con salvia fresca.

Tú mismo amasarás, enrollarás y cortarás las sedosas cintas de esta pasta. ¿Y lo mejor? Hacer la salsa de la temporada. En primavera o verano, puedes preparar una aromática salsa de tomate y albahaca con pomodori madurados al sol. Los meses más fríos exigen sabores romanos atrevidos, como el cacio e pepe, cremoso y picante, o la amatriciana, con guanciale crujiente y rico tomate. 

A lo largo de la comida, disfruta de infinitas reposiciones de la bebida que elijas, ya sea vino o refrescos. Aquí, las copas nunca dejan de tintinear, y los ánimos están siempre caldeados.

Ahora que has terminado con la visita al mercado y la clase de cocina en directo, ha llegado el momento de la mejor parte: saborear los frutos de tu trabajo. Deshazte del delantal en favor de tu plato y degusta una comida cálida y conmovedora, hecha sólo por ti.

¡Algunos dirán que este es la mejor parte! Sigue a tu guía hasta una heladería donde podrás probar el gelato ecológico, que se bate lentamente e incorpora menos aire, lo que da como resultado una textura más densa y cremosa. Al final de esta sesión de degustación, estarás preparado para distinguir un helado auténtico de una trampa para turistas.

El chef empieza presentándose, dando una rápida visión general de los platos que vas a preparar y compartiendo algunos hechos o historias divertidas sobre el origen de las recetas. Luego viene la preparación: se reparten los delantales, se lavan las manos y se da una sesión informativa básica sobre la cocina: seguridad con los cuchillos, cómo manejar la masa de pasta fresca o cómo equilibrar los condimentos como un auténtico romano.

Amasa y corta la pasta en formas como fettuccine o ravioli, guiado paso a paso por un chef local. El chef explica cómo cocinan los italianos según las estaciones y por qué menos es más cuando los ingredientes son tan buenos.

En la etapa final de tu clase, aprenderás a hacer el tradicional helado italiano. Tu chef te guiará a través de la historia y las técnicas que hay detrás de esta delicia icónica, desde la selección de los ingredientes más frescos hasta el proceso de batido. Además, sabrás cómo encontrar las mejores heladerías durante tu estancia en Italia.

Bebe un buen vino italiano durante toda la clase; ¡seguro que te rellenan la copa cada vez que aparezca vacía! Amigos sobrios, no nos hemos olvidado de vosotros. Hay refrescos ilimitados para ti.

Ahora viene lo mejor: Cambia el delantal por un tenedor, siéntate y saborea cada bocado de este cálido y sincero festín hecho enteramente por ti.

¿Has colgado el delantal después de la clase magistral? Aquí tienes la oportunidad de volver a hacerlo en casa con el libro de recetas que recibirás al final de la clase. Lleva contigo el menú y los ingredientes de todo lo que cocinaste en este día tan especial.

Reúnete con tu guía y saluda a tu grupo: ¡listo, ya! ¡Deliciosas pizzas, crujientes suppli y cremosos gelatos están esperando a que los prepares tú!

Desde amasar hasta dominar la mezcla perfecta de sabores, descubrirás técnicas milenarias transmitidas de generación en generación. Ponte en la piel de un auténtico pizzaiolo mientras das forma a tu obra maestra y ves cómo se hornea hasta alcanzar la perfección dorada.

Empieza preparando un risotto, revuelto lentamente y sazonado con parmesano y un toque de salsa de tomate. Luego hay que darles forma de bolas ovaladas, cada una de las cuales esconde un pegajoso centro de mozzarella listo para derretirse. A continuación, pásalos por pan rallado crujiente antes de freírlos hasta que estén dorados y crujientes.

Hemos dejado la parte más dulce para el final. Con ingredientes frescos de temporada en la mano, elaborarás un gelato rico y cremoso y descubrirás los secretos de por qué el gelato italiano es único: más suave, más denso y mucho más delicioso que el helado normal.

La mesa está puesta, se sirve el vino y hay un murmullo de emoción cuando todos se ponen a degustar platos hechos con sus propias manos. Alrededor de la mesa, se han formado nuevas amistades entre manos harinosas e historias compartidas. Aquí tienes algo que puedes llevarte a casa y recrear: un trocito de Roma en tu propia cocina.