Para aprovechar al máximo tu visita a los Museos Capitolinos, dedica entre 30 minutos y una hora a ver piezas clave como la Lupa Capitolina (estatua de la loba), el Galo Moribundo, el Coloso de Constantino y el Busto de Cómodo como Hércules. También querrás detenerte ante obras como Cupido y Psique, Muchacho con espina (Spinario), Medusa y San Juan Bautista, de Caravaggio. Tómate también tu tiempo para admirar la arquitectura, como la gran escalinata y los relieves del monumento a Marco Aurelio. Si te interesan las exposiciones especiales como Colores de la Antigüedad o Orígenes y esplendores de la Colección Farnesio, querrás presupuestar unas dos horas o más. Una pausa rápida en la cafetería para comer o tomar un helado con vistas es un detalle agradable. Por último, en la tercera planta se encuentra la Pinacoteca Capitolina, llena de arte renacentista y barroco, además de una colección de monedas, cuya exploración puede llevar fácilmente otra hora o así.