Máximas medias de 16 °C; se esperan de 9 a 10 días de lluvia y noches frescas.
Noviembre cambia el resplandor de Roma por una luz plateada que favorece el mármol y los mosaicos. Las tardes húmedas te empujan hacia museos de categoría mundial, mientras los mercados de alimentos rebosan de castañas, boletus y trufas blancas del Piamonte. Reserva tus entradas para el Vaticano a primera hora de la mañana -la seguridad se abre 30 minutos antes de la hora de la primera entrada- para esquivar a los grupos de turistas y las nubes de lluvia.
Lleva un paraguas plegable; es frecuente que caigan chaparrones repentinos de 30 minutos, pero pasan rápido y dejan el cielo despejado para hacer fotos.
El tranvía 8 es tu salvavidas a prueba de lluvia entre el Centro Storico y Trastevere, menos concurrido que los autobuses cuando llueve.
Las iglesias permanecen más calientes que las ruinas; visita las basílicas interiores al mediodía para descongelarte y admirar los mosaicos.
La demanda nocturna de taxis aumenta si llueve a cántaros; utiliza la aplicación Free Now o camina hasta las paradas oficiales para evitar a los conductores sin licencia.
Sí. La mayoría de las atracciones tienen un horario normal; sólo los yacimientos arqueológicos al aire libre pueden cerrar brevemente durante las tormentas.
Reserva con antelación la entrada a Coliseo y Vaticano para saltarte las colas de seguridad -las plazas son menores en la programación de invierno.
Capas: camisa de manga larga, jersey ligero, chaqueta impermeable y calzado antideslizante. Las iglesias siguen exigiendo los hombros cubiertos.
Sí: el horario de verano termina el 26 de octubre de 2025, por lo que los días de noviembre parecen más cortos. La puesta de sol está prevista hacia las 17:10, por lo que es ideal madrugar para hacer turismo.
Muchos cafés instalan estufas bajo los toldos, ideales para observar a la gente con un vino brulé caliente.
Absolutamente. Las fuentes nasoni de Roma funcionan todo el año; rellena las botellas para ahorrarte 1 € por medio litro.
Las huelgas de otoño son más raras que las de primavera; consulta @InfoAtac en X la noche anterior para ver los avisos de 24 horas.
Las virutas de trufa blanca sobre pasta con mantequilla señalan la temporada alta.
Dónde comer: Antica Pesa, Via Garibaldi 18.
Las castañas asadas en la calle calientan las tardes frías; 3 € el cucurucho de papel.
Dónde comer: Paradas en la salida de metro de Piazza di Spagna.
El fragante aceite DOP de Sabina suaviza el picor del pimiento, servido sólo unas semanas después del prensado.
Dónde comer: Da Enzo al 29, Via dei Vascellari 29.
Rebanadas gruesas a la parrilla y rociadas con aceite de ajo.
Dónde comer: Puesto del Mercato Testaccio Box 30.