Historia de las catacumbas cristianas de Roma
Durante los siglos II y III en Roma, las catacumbas sirvieron como santuarios exclusivos para los cristianos antes de la era de Constantino. Estas redes subterráneas, inspiradas en las tradiciones judías, proporcionaban un refugio único a los creyentes. Las condiciones geológicas favorables, caracterizadas por la presencia de toba, una roca volcánica, facilitaron la construcción y excavación de estas catacumbas.
En Roma, las catacumbas desempeñaron un papel vital como lugares de descanso final para los cristianos que se aferraron valientemente a su fe en medio del opresivo gobierno del emperador Nerón. Estos firmes individuos, conocidos como mártires, soportaron sufrimientos inimaginables -tortura, mutilación, encarcelamiento, inmolación e incluso la muerte- por sus inquebrantables creencias. La despiadada persecución de los cristianos bajo Nerón tuvo lugar en el año 64 d.C. Posteriormente, se introdujeron importantes reformas en el cristianismo durante el reinado de Constantino, que llevaron a un cambio en la dirección de perseguir a los paganos.