Significado religioso y prácticas cristianas primitivas
Para los primeros cristianos, las catacumbas eran cementerios sagrados. Aunque el concepto de catacumbas tiene su origen en las prácticas funerarias judías, a finales del siglo VI existían más de 60 catacumbas cristianas. Estas catacumbas no sólo proporcionaban un lugar de descanso a los difuntos, sino que también servían de punto de conexión para diversas comunidades cristianas. El arte de las catacumbas representaba las jerarquías sociales y transmitía los ideales y la visión del mundo de los primeros cristianos durante los primeros siglos.
Algunos eruditos sugieren que las catacumbas se utilizaban principalmente para reuniones conmemorativas más que para otra cosa, y no se usaban realmente como escondites durante los periodos de persecución.
Costumbres y rituales funerarios en las catacumbas.
Los excavadores conocidos como fossors construyeron vastos sistemas de galerías y pasadizos dentro de las catacumbas, creando una red subterránea de varios niveles. Estas galerías, que descendían varios pisos, estaban unidas por estrechos escalones. Los propios pasadizos tenían un tamaño aproximado de 2,5 por 1 metro, mientras que los nichos funerarios llamados loculi estaban tallados en los muros.
Los cadáveres se colocaban dentro de sarcófagos de piedra con sus ropas y envueltos en lino, y la cámara se sellaba con una losa en la que figuraban datos como el nombre, la edad y la fecha de la muerte. Las decoraciones al fresco que se conservan constituyen una valiosa prueba del arte paleocristiano, que inicialmente presentaba estilos romanos adaptados a fines religiosos Algunas familias pudieron incluso construir habitaciones llamadas cubicula, que albergaban múltiples lóculos y proporcionaban elementos arquitectónicos con fines decorativos. Eran esencialmente tumbas familiares, donde los familiares fallecidos podían descansar juntos.